El partido más importante de la temporada se juega en casa, un detalle que debe ser decisivo para alcanzar las semifinales de la Champions



Hoy no es un día cualquiera. Se acabó la Semana Santa y empieza la hora de la verdad para el Barcelona. El equipo azulgrana se juega el ser o no ser en Europa, un partido contra el Arsenal que marcará el futuro no solo en la competición continental sino también en la española donde los jugadores del Madrid le esperan en la capital sentados en el sofá, de piernas cruzadas, y delante del televisor, con el primer canal conectado. Ellos no juegan la Champions, solo organizan la final; el Barcelona aspira a estar el 22 de mayo en el Santiago Bernabéu.

A ojos del culé, el futuro se vislumbra esplendoroso pero los jugadores azulgranas saben que de nada les sirve pensar en más allá de esta noche, porque hay demasiado en juego y porque ya han constatado que el peligro, entonces, es doble. Les pasó en Londres cuando tenían la eliminatoria en la mano y, confiados, vieron como el Arsenal les igualaba el partido. Ahora, con el 2-2, el Barça parte con una ligera ventaja en el marcador y también por el hecho de que esta noche el cara o cruz sea en casa. Es el momento de hacer valer la suerte deparada en el sorteo de los cuartos y de las semifinales de jugar la vuelta en el Camp Nou, con el apoyo de la afición.

Si los jugadores son conscientes de que han llegado a día D, “el partido más importante de la temporada” según Pep Guardiola, la afición también tiene una obligación ante sí: Este equipo nunca le ha fallado, le ha hecho vivir los mejores días de la historia del club y ahora, cuando lo necesita, hay que estar a su lado para apoyarle durante los 90 minutos; para animarle en este intento de alcanzar la undécima semifinal de la máxima competición continental, la tercera de forma consecutiva; para cantarle los goles o, incluso, enseñarle el hombro en caso de derrota.

El Barça de Guardiola se lo merece todo y los aficionados que hoy vayan al Camp Nou deben entregarse a la causa nada más salten al campo los jugadores del Arsenal con el fin de asustarles de lo que supone jugar en este estadio, para que lo sepan desde el primer al último minuto. La afición participa hoy también en el partido y entre todos vamos a llegar a semifinales.

La expectación que ha generado el encuentro está a la altura de su valor. Ayer se pusieron a la venta 1.000 entradas y apenas duraron una hora en las taquillas. El club está a la espera de que se liberen más asientos para ponerlos a la venta inmediatamente a través del sitio de la entidad (www.fcbarcelona.cat). De momento, caen a cuentagotas y estos van para los socios no abonados. En el caso de que hoy se liberaran muchos billetes más, el club contemplaría la opción de abrir taquillas para los aficionados en general pues la demanda es tan alta que los ejectivos están convencidos de que se venderían todas: “Hoy se llenarían dos o tres Camp Nou”, pronosticaba uno de ellos. Por esta razón, los privilegiados que hoy vayan al estadio deben hacerse oír más que nunca.

Entre ellos también deben estarán el capitán del equipo (Carles Puyol), el delantero centro (Zlatan Ibrahimovic) y el otro central titular (Gerard Piqué). Son ausencias importantes pero en la final de Roma también faltaron piezas claves y se ganó. Porque la fuerza de este equipo es el grupo y en esta comunión entre los jugadores también debe ser partícipe la afición para convertir el Camp Nou (a partir de las 20.45 horas, La 1) en el de las grandes ocasiones.

La pasión en el marcador está asegurada, al igual que el fútbol en el terreno de juego pues allí estarán dos de los equipos que mejor juegan a fútbol, cuya filosofía es compartida. “Saldremos al ataque”, decía Guardiola. “Vamos con la idea de marcar goles” agregaba Bojan, que hoy puede tener la oportunidad de lujo para demostrar que también es jugador para las grandes citas. El técnico ha recibido un auxilio de última hora pues Iniesta superó la prueba médica, recibió el alta y está listo para jugar. Él tampoco quiere perderse la cita. También está preparado el Camp Nou, ayer un hervidero de ‘ueferos’ que preparaban hasta el último detalle todos los elementos que identifican los partidos de esta competición. El Barça lo tiene todo a punto. Sólo falta que ruede el balón.

En el caso de superar la eliminatoria, el Barça ya sabrá qué rival le espera en las semifinales pues el CSKA-Inter (18.30, GolT) acaba justo cuando empieza el momento decisivo para los jugadores del Barcelona. Y para su afición.

Fuenet: Sport

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Saludos. Pedro Garcia